Mediante un comunicado remitido a la redacción de Canarias-semanal, la Coordinación de Núcleos Comunistas ha hecho público su análisis sobre las elecciones europeas, las cuales — según este colectivo — "eran percibidas en un principio como irrelevantes al elegir un Parlamento sin competencias claras para una ciudadanía europea inexistente".
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Para la Coordinación de Núcleos Comunistas (CNC), "estos resultados suponen una contundente bofetada a las élites gobernantes de los principales Estados europeos".

Para la CNC, el "primer golpe" a estas élites ha sido la elevada abstención en toda la Unión Europea, particularmente en los países de la órbita de la ex URSS, donde la participación no superó el 30%, una cifra significativamente más baja que en elecciones anteriores.


En el Estado español, la participación cayó 20 puntos desde las primeras elecciones, situándose en un 49%, un 11,5% menos que en 2019, lo que indica que más de la mitad de los electores decidió no votar, según la Coordinación de Núcleos Comunistas.

Según la CNC, "el segundo golpe lo representa la debacle de los partidos que respaldan a los ejecutivos de los principales países europeos, como Francia, Alemania o Bélgica".

Para la Coordinación de Núcleos Comunistas, "aunque la derrota, como se anticipaba, ha sido a manos de la extrema derecha, surge la pregunta: ¿extrema derecha en comparación con quién?".

De acuerdo con lo expresado por la Coordinación de Núcleos Comunistas, esta derrota refleja un profundo descontento con las políticas actuales.

Según la CNC, "el escenario político en la UE está marcado por gobiernos que, salvo las excepciones de Hungría y Eslovaquia, que se oponen a la guerra contra Rusia y a la agenda 2030, apoyan activamente las políticas de la UE desde sus respectivos países".

"Estas políticas, desde la pandemia de COVID-19 hasta las sanciones boomerang contra Rusia, han conducido — afirman — a una serie de consecuencias graves":

Aceleración sin precedentes de los mecanismos de control social, incluyendo la censura.

Corrupción escandalosa de las élites.

Destrucción de empleo e intensificación de la precariedad laboral.

Desindustrialización y colapso de la pequeña y mediana empresa, especialmente en los sectores de agricultura, ganadería y pesca.

Incremento del precio de la energía y subida de los tipos de interés, afectando gravemente a familias y empresas.

"Además — añaden — la UE y sus gobiernos han incrementado el apoyo al genocidio sionista y la represión de la solidaridad con Palestina, así como el gasto militar y el envío de armas al gobierno fascista de Ucrania".

"Todo esto — denuncian — mientras muestran un servilismo flagrante hacia el imperialismo anglosajón y hablan abiertamente de una 'economía de guerra', de la introducción del servicio militar obligatorio y de la 'inevitable' guerra de la OTAN contra Rusia".

Para la CNC, "más allá de etiquetas, este es el contenido material de las políticas gubernamentales rechazadas por la ciudadanía europea a través de la abstención y el voto. La modificación en la composición de las élites, con próximas elecciones en Francia, Bélgica y Alemania, no traerá grandes cambios a menos que esté acompañada por un aumento de la movilización popular".

De acuerdo con el análisis de la CNC, "este es un escenario político cada vez menos estable para las clases dominantes, que ven cómo se hunde la credibilidad de las marionetas políticas que les sirven, determinado por un creciente malestar social".

"Este malestar social es — sostienen — el resultado del deterioro galopante de las condiciones de vida de la clase obrera y sectores populares, unido a la percepción de un futuro aún más sombrío".

"No es casualidad que la oligarquía mundial reunida en Davos se haya propuesto como objetivo 'recuperar la confianza'".

Sin ningún referente institucional de izquierdas

Según la CNC, "ante el terremoto desencadenado por unas elecciones europeas aparentemente anodinas, los tiempos se aceleran y se evidencia la casi total ausencia de un referente institucional de izquierda".

"En el Estado español, PSOE, Sumar y Podemos se debaten en sus propios problemas, tratando de encontrar un nuevo líder carismático que atraiga a la ciudadanía".

"La realidad es que la mayoría de las personas, que trabajan en la precariedad y alternan con el desempleo, carecen de un referente político, tanto institucional como extraparlamentario".

Según la Coordinación de Núcleos Comunistas, "ese es el polvorín sobre el que están sentadas las élites que intentan gestionar la crisis capitalista y que recurrirán, como en otros periodos históricos, al fascismo, ya sea mediante la extrema derecha o la militarización social bajo pretextos como una 'nueva pandemia', 'emergencia climática' o directamente la guerra".

Pero para la CNC este es también "el campo de trabajo de los comunistas".

"No cabe rasgarse las vestiduras — afirman — ante un escenario previsible de desestabilización social, que es el caldo de cultivo de procesos revolucionarios o de la barbarie. La UE, desde sus orígenes como Comunidad Económica de Carbón y Acero en 1951, se constituyó como un instrumento tutelado por EE. UU. para confrontar a la URSS y al socialismo, basado en la dominación colonial, especialmente sobre los pueblos africanos. Ahora, despojada de cualquier legitimación social o democrática, muestra su verdadera esencia como instrumento de dominación y guerra de la burguesía imperialista".

"La participación en sus instituciones, subvencionada a precio de oro proporcionalmente a la ausencia de cualquier atisbo democrático, no sirve más que para confundir y desviar a la clase obrera de sus objetivos: salir de la UE y de la OTAN y preparar la revolución social".

"Nuestra tarea prioritaria — concluyen desde este colectivo comunista — es ayudar a la clase trabajadora a comprender que la explotación de su fuerza de trabajo se incrementará con la destrucción de los servicios públicos en favor de una economía para la guerra, donde la juventud obrera será carne de cañón".