Comentario: El texto es largo, pero vale la pena si usted está interesado en recapitular lo que fue una "hamburguesa de nada" del "Russiagate". También es interesante porque está escrito por uno de los pocos periodistas disidentes de la "corriente convencional", y ofrece un relato detallado de cómo los "intelectuales" de Estados Unidos -y sus homólogos de otros países occidentales- rompieron colectivamente con la realidad cuando abordaron el tren de "Trump y Rusia", conducido por el Estado Profundo. Desde la mentira inicial contada por los "dioses de la comunidad de la inteligencia", el diagnóstico del autor para su profesión -y su credibilidad- es funesto.
Nota a los lectores: a la luz de las noticias de que la investigación del Fiscal Especial Robert Mueller ha terminado, voy a publicar este capítulo de Hate Inc. antes de tiempo, con algunos detalles nuevos añadidos...
Nadie quiere escuchar esto, pero la noticia de que el Fiscal Especial Robert Mueller vuelve a casa sin emitir nuevos cargos es un golpe mortal para la reputación de los medios de comunicación estadounidenses.
Como se ha rumoreado desde hace tiempo, la investigación independiente del exjefe del FBI dará lugar a múltiples acusaciones y condenas, pero no a acusaciones de conspiración que "destruyan la presidencia", ni a nada que se ajuste a la definición común de "colusión" con Rusia.
Con la advertencia de que incluso estas noticias podrían resultar ser chapuceras, el detalle clave en las muchas historias sobre el final de la investigación de Mueller fue expresado de mejor manera por el New York Times:
Un alto funcionario del Departamento de Justicia dijo que el Sr. Mueller no recomendaría nuevas acusaciones.El Procurador General William Barr envió una carta al Congreso en la que resume las conclusiones de Mueller. Citó el informe de Mueller de la siguiente manera:
La investigación no estableció que los miembros de la Campaña Trump conspiraran o coordinaran con el gobierno ruso en sus actividades de interferencia electoral.Durante el fin de semana, el Times trató de suavizar el golpe emocional para los millones de estadounidenses que fueron entrenados durante estos años para poner sus esperanzas en Mueller sobre el derrocamiento de la presidencia de Trump. Como con la mayor parte de la cobertura de la prensa, hubo pocas apariencias de que la investigación de Mueller fuera una misión de investigación neutral, al ser yuxtapuesta con la alegoría religiosa, con Mueller en el papel del héroe encargado de matar al monstruo.
Comentario: Los occidentales están experimentando ahora lo que es vivir bajo los regímenes totalitarios del pasado.
Los principales periódicos de la URSS se llamaban Pravda e Izvestia, o sea "la verdad" y "las noticias", respectivamente.
Se convirtió en conocimiento común para la mayoría que viviendo bajo tal régimen "no hay verdad en Pravda ni noticias en Izvestia".