Los estándares de belleza del varón chino están cambiado a raíz de la mejora del estatus social y económico de la mujer.
Chinese chino
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La moda de los así llamados 'sissy men' -hombres afeminados-, que desafía los estereotipos tradicionales de género, se vuelve cada vez más popular en China. La principal razón detrás de esta tendencia, ya muy común en Japón y en Corea del Sur, radica no tanto en una moda, sino en el empoderamiento de las mujeres modernas, opina la periodista Laurie Chen en su artículo para South China Morning Post.

Según Chen, en el Internet chino circula últimamente un nuevo término pegadizo que, traducido al inglés, sonaría como 'luxury pig men' y que se aplica al nuevo tipo de hombre que cuida demasiado su aspecto personal, usando maquillaje y sometiéndose a regímenes de belleza complejos y costosos.

La tendencia la encabezan las nuevas generaciones, que hacen todo lo posible para que su piel parezca "porcelana" y esté "hidratada". En este sentido, la periodista pone como ejemplo de 'luxury pig men' a Xu Tao, de 25 años, cuya rutina de belleza "excesiva" ha desatado el caluroso debate entre los tradicionalistas que apoyan "el ideal de macho" y quienes defienden el derecho a "adoptar deferentes formas de masculinidad". El hombre gasta unos 4.380 dólares al año en maquillaje e invierte cada día 30 minutos en aplicárselo.

Demandas de las mujeres

Según el profesor Geng Songlos, investigador de la Universidad de Hong Kong, los nuevos estándares de belleza para hombres se conforman principalmente a partir de las demandas de mujeres.

"Dado que las mujeres han mejorado gradualmente su posición social y económico, sus gustos y deseos en términos de masculinidad son cada vez más importantes", sostiene el investigador.

En este sentido, Songlos afirma que los populares dramas y series de televisión chinas protagonizados por jóvenes 'sissy men' tienen muchas fans femeninas. Lo mismo pasa con famosos cantantes chinos como Wang Junkai y Lu Han que, además, participan en campañas publicitarias de grandes marcas de belleza occidentales como Chanel y L'Occitane.

Todo esto, dice Chen, actúa como "efecto dominó", ya que los hombres "sienten más presión para cuidar su aspecto y usarlo como forma de capital social" y para hacer una carrera de éxito.


Además de por seguir el ejemplo de celebridades, muchos jóvenes chinos empiezan a utilizar maquillaje aconsejados por sus amigos y novias, o bajo la influencia de blogueros de belleza, aunque solo sea para combatir problemas de piel.

Sin embargo, aún falta mucho tiempo para que un maquillaje facial completo "se convierta en la norma para los hombres chinos de todas las edades, clases sociales y regiones", opina la periodista.

Mientras los 'luxury pig men' están considerados como un "fenómeno extremo", los hombres ordinarios que cuidan más su aspecto personal se ven "cada vez más bienvenidos en la sociedad china".